Ésto tal vez porque el perro y el gato fueron los primeros animales domésticos, y su proximidad y dependencia del hombre hayan contribuido a la rivalidad entre ellos, disputándose la atención y el cariño de sus dueños.
Al parecer, en una ocasión, intentaron firmar la paz y se reunieron en el Primer Congreso de Perros y Gatos:
- ¡Guau! ¡guau! - dijeron los perros
- ¡Miau! ¡miau! - contestaron los gatos
y ¡claro! como no se entendieron, empezaron a reñir de nuevo.
Pero seguramente, todos aquellos perros y gatos, que se llevan muy bien, son lo que se parecen a los Castores, que aprenden a compartir con sus hermanos castores, e incluso con los que no son castores como ellos, y llegan a ser muy buenos amigos.
Por eso, nuestros Castores son muy buenos amigos de todos y comparten su madera y su presa con los que lleguen ahi con ellos.
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